¿Cómo es el tratamiento?

Por regla general, la oxigenoterapia hiperbárica no requiere hospitalización, así que ocupa algo menos de dos horas del día. El paciente, con ropa holgada y cómoda – preferiblemente de algodón –, accede a la cámara acompañado por nuestro personal, sin objetos electrónicos – móviles o ebooks – y con una botella de agua.

La cámara hiperbárica de HIPEROX tiene una capacidad máxima de seis personas – o una camilla y dos personas más –, y una antecámara de dos plazas para poder entrar o salir de la cámara sin pausar el tratamiento.

Durante el tratamiento la presión del aire en la sala es aproximadamente dos o tres veces mayor que la presión de aire normal. Esta presión no se nota en el cuerpo más allá de por sentir calor y por la sensación temporal de tener los oídos tapados, similar a lo que se siente en un avión. Esa sensación se puede aliviar bostezando o tragando.

Después del tratamiento se puede sentir cansancio o hambre, pero el tratamiento no limita las actividades normales diarias ni afecta a la conducción.